Fue el 9 de mayo del 2016, cuando Liliana fue atropellada a las afueras de su casa, mientras jugaba con un patín del diablo y cortaba una bugambilia que le regalaría a su madre, como regalo del Día de las Madres.
El accidente ocurrió en la colonia Arboledas del Oriente, en el municipio de Guadalupe; cuando la pequeña cruzaba la calle para llegar a su casa, fue impactada por una camioneta Jeep que manejaba Cinthia Maribel Domínguez.
Brenda, la madre de la menor, dijo que las últimas palabras de su hija fueron “mamá, no me quiero morir”, mientras ella la sostenía en sus brazos.
“Mi niña quería vivir, porque sus últimas palabras fueron esas: mamá, no me quiero morir”, declaró Brenda Morales, madre de la menor, en una entrevista otorgada a ADN40.
Dos años han pasado desde ese trágico día, y aún no se ha podido hacer justicia a la mama de la niña, pues las autoridades encargadas buscan que se le de “carpetazo al caso”, esto después de no responsabilizar a la conductora que atropelló a la menor.
“Pido que la muerte de mi hija no sea algo en vano, aún no se ha esclarezido, está muy lento, y quieren darle carpetazo al asunto”, expresó la madre de Liliana.
Dentro del proceso por el homicidio imprudencial, Cinthia Maribel Domínguez quedó en libertad.
Y por más increíble que parezca, dentro de la carpeta de investigación número 2397/2016, el patín del diablo, utilizado por la menor, se considera como un vehículo, por lo que supuestamente no se trató de un atropello.
Entre las conclusiones arrojadas por el caso, se concluye que la menor tenía desconocimiento del reglamento de tránsito, por lo que trató de cruzar la calle sin dar la preferencia del paso de la camioneta, que era conducida por Cinthia Maribel.
“¿Cómo puedes creer que un patín del diablo sea un vehículo? Estamos hablando de un juguete, ella no se atravesó, ella no le chocó a la señora”, mencionó Morales.
Varios testigos han asegurado que el día del incidente la conductora pretendía darse a la fuga, además de que circulaba a exceso de velocidad.